Los bancos como solución a la crisis de la pandemia
- by Anna Olsina, experta en banca y finanzas

- 3 feb 2021
- 4 Min. de lectura

Esta semana, he sido invitada por Banc Sabadell y Grupo Godó a participar en un debate en torno a “La banca como solución a la crisis derivada de la pandemia”. Sin duda, este es uno de los temas más importantes a tratar, ya que con los estados tratando de organizar el reparto de los Fondos Next Generation procedentes de la UE y una crisis acuciante en los sectores más tocados por las restricciones, los ojos están puestos en cómo la banca puede contribuir a solventar el problema.
De hecho, la banca ya respondió como solución en el primer envite de la pandemia, que cogió a las entidades en una posición de fortaleza financiera tras la salida de la crisis del 2008. Ello permitió que, junto con las medidas de reguladores y supervisores (rebajando requerimientos regulatorios), bancos centrales (proporcionando liquidez) y gobiernos (facilitando garantías), la banca fuera un facilitador para financiar el choque de iliquidez que la sociedad había sufrido. De hecho, en España ha financiado vía préstamos ICO 100.000 millones de euros, más otros préstamos fuera de estos requisitos, que ha llevado a un incremento de los activos en más de un 7% - disminuyendo la morosidad al 2,9%-.
Además, ha garantizado y mejorado sus servicios financieros digitales (cobros y pagos) y ha permitido seguir la actividad financiera de forma inclusiva. En un primer paso de la pandemia la banca ha sido parte de la solución.
Propuestas para seguir siendo solución
Pero a medio plazo, para que la banca pueda seguir ejerciendo ese papel, se ha de garantizar la financiación no sólo de las necesidades de iliquidez sino de problemas de solvencia que habrá y además continuar siendo un sector inclusivo en un momento donde el peligro de exclusión es mayor.
En este nuevo escenario, me gustaría señalar tres alertas:
La banca española tiene la ratio de capital (CET1 fully loaded ) más bajo de Europa – media del 11,8 vs el 14,7 de la media europea- y ningún banco estando en la cola.
Según un estudio de Finnovating que la rentabilidad a 2024 pueda desplomarse en más de 4,6 puntos pasando de la media del 9% al 4,40%.
El BCE contempla un posible incremento de impagos hasta los 1,4 billones de euros, hecho que puede llevar a alguna entidad a pérdidas y con menor calidad crediticia.
Por ello, es preciso mantener ininterrumpidamente las ayudas del BCE y la relajación en los criterios de solvencia para que la banca continúe siendo canalizador del peso de financiación de la economía. A su vez, los gobiernos deben seguir aportando garantías, ganando tiempo. De ese modo, los bancos pueden dar tiempo a los prestatarios con problemas y seguir dando crédito para evitar una crisis de solvencia, sobre todo para detectar las empresas viables de las zombies y seguir siendo canalizadores de las ayudas. Está claro que la calidad crediticia disminuirá siendo reflejo de la crisis, pero la banca tiene que ser parte del cambio de modelo productivo impulsando la financiación de proyectos que alienten a ello aun teniendo a corto plazo problemas de liquidez y solvencia.
Mi propuesta de futuro
En este entorno, la banca ha de continuar el proceso de fusiones, sin miedo a que ello conlleve una pérdida de competencia del sector, un sector muy dinámico con nuevos players en juego. La banca debe adaptar su estructura al tamaño real del mercado, que ya no es de un mercado de crecimiento eterno. Ahora a la banca se le pide “soplar y absorber”, prestar y capitalizarse, y por ello las fusiones son un paso a la solución futura: ganar solvencia, entidades sólidas y capaces de sobrevivir a entornos difíciles y de transformación.
Es el momento de la no repartición de dividendos por parte de los bancos, aunque ello les merme competitividad respecto bancos fuera del ámbito euro, también es una necesidad. Controvertida pero necesaria para no mermar la ratio de capitalización en exceso, en un entorno de posibles pérdidas o seguro bajos márgenes.
No menos importante es la colaboración y la asociación con Fintech, que aceleren la transformación digital eficiente del sector para transformar el sector en un sector más eficiente y ágil, con servicios alineados a las necesidades reales de los clientes.
No olvidemos que se tendrá que trabajar en el Plan de inserción laboral y transformación de los empleados que salgan del sector bancario. En Europa se esperan unos 80.000 despidos por la transformación del sector, en España 20.000. Estos trabajadores que expulsará el sistema se han de transformar en nuevos trabajadores en posiciones digitales, en nuevos players que incrementen la competencia fomentando la emprendeduría. La transición no será fácil, pero es necesaria, forzando en un primer momento las arcas públicas, pero con un trabajo intenso en acortar este periodo y pasar a economía productiva lo antes posible.
Para mi está claro. No estamos cómo en 2008 delante de una crisis bancaria. Estamos delante de una oportunidad para transformar el modelo productivo y también el sector financiero. Esta crisis tiene solución si entendemos que la solución es conjunta colaborativa, público-privada y en beneficio tridimensional: empresas-clientes-sociedad. Y en ese modelo, los bancos son un player necesario para la solución de la pandemia pero a su vez se han garantizar entornos eficientes y ágiles que permitan que lo puedan ser.







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