Consolidación de las megatendencias como oportunidades de inversión post COVID
- by Anna Olsina, experta en banca y finanzas

- 28 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Identificar el potencial disruptivo en las inversiones técnicas puede construir una exitosa estrategia de inversión. Estaremos invirtiendo en futuro y aseguraremos nuestro provenir.

La crisis del COVID19 es una crisis sanitaria con unos impactos en la sociedad, economía y mercados sin precedentes. Todos buscamos referencias para vislumbrar el camino de salida. Las previsiones de los organismos oficiales hablan de una contracción de la economía mundial del 3%, pero enfatizando que en el mundo avanzado el impacto será mucho mayor por la propia estructura social, económica e industrial.
El impacto económico será extremadamente violento pues siendo una crisis en su inicio de oferta, que ha roto cadenas productivas, a su vez, ha chocado con un desplome de la demanda de forma coordinada en todos los países.
Mientras los mercados siguen oscilando entre la esperanza y el temor, los inversores buscamos dónde y cómo invertir.
La derivada más complicada de la crisis es que vaya a una crisis de deuda. La evitamos en el 2008, ahora las bases son más débiles y la carga del peso de la misma nos puede limitar las reformas que se tienen que hacer para afrontar el futuro: Inversión en capital, productividad, innovación, restructuración tejido empresarial e inversión pública que no gasto público. Y mientras los mercados siguen oscilando entre la esperanza y el temor, los inversores buscamos dónde y cómo invertir.
Cambios en prioridades humanas, consolidación de las megatendencias como territorios de inversión
Lo que está claro es que el mundo post COVID no será el mismo que ayer. Nos traerá y acelerará cambios en los hábitos y prioridades humanas. La pandemia nos ha recordado a los humanos que lo somos y que tal vez no teníamos bien ordenadas nuestras prioridades. Después del confinamiento, los consumidores no volveremos a ser los mismos.
Las llamadas megatendencias, tan de moda en los últimos años, serán un compromiso real por parte de los consumidores e inversores. No serán sólo un ítem reputacional, no sólo una descorrelación con el mercado, sino una exigencia y una oportunidad de inversión.
Tanto consumidores como inversores seremos más exigentes. El valor del tiempo, del bienestar, del ocio virtual, de las compras on-line y del teletrabajo son ejemplos de cómo nos reeducaremos y cómo se acelerará la digitalización. Pondremos más aún en valor la salud y la necesidad de invertir en ella, la importancia del cambio climático y la sostenibilidad medioambiental, la seguridad y la conservación de recursos limitados como el agua o los bosques.
En la actualidad definimos 14 megatendencias: Economía de redes, sostenibilidad, sociedad del conocimiento, desmaterialización, democratización, aceleración y complejidad, desarrollo tecnológico, crecimiento económico, individualización, globalización, polarización, enfoque sanidad y desarrollo demográfico.
Las megatendencias son los nuevos huracanes de los entornos social-económico y global y son determinadas por la elección humana, y ahora el COVID19 acelerará. Son motores de cambio, ya que transforman los mercados de forma simultánea. Invertir en ellas, mediante la inversión temática, nos permite a largo plazo tener inversiones menos cíclicas y centradas en el crecimiento de la economía real.

La inversión temática busca ideas de inversión donde se cruzan las megatendencias. En este sentido, señalaría ideas temáticas como EL AGUA, LA BIOTECNOLOGÍA, LAS SMARTCITIES, ENERGÍAS LIMPIAS, LA INDUSTRIA DIGITAL, LA MADERA, EL MUNDO DE MARCA DE ALTA GAMA, LA NUTRICIÓN, LA ROBÓTICA Y LA SEGURIDAD.
Algunos de los impulsores de estas inversiones temáticas son sin duda, el crecimiento poblacional mundial, la concentración en zonas urbanas, el envejecimiento, el crecimiento de la riqueza de forma concentrada, la necesidad de más agua potable y la necesidad de menos emisiones de CO2 para la sostenibilidad del planeta y la creciente conectividad entre personas.
Este tipo de inversión tienen ciertos sesgos sectoriales, geográficos o de estilo de inversión (growth/value), pero siempre con la intención de incidir de manera global. Además, no está sujeta a índices, exposición a crecimiento secular, ni restricciones geográficas, por capitalización o sectoriales. Presentan una amplia diversificación, un enfoque claro y puro, y gestión activa.
La crisis del COVID19 sin duda se ha convertido ya en el principal desafío para el sector de las inversiones globales, y ahora además se le añade la aceleración en las megatendencias que cambiarán la economía global. Identificar el potencial disruptivo de estas temáticas e invertir en ellas puede construir una exitosa estrategia de inversión, pues estaremos invirtiendo en futuro y aseguraremos nuestro provenir.
Es invertir responsable y comprometidamente.







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